Un asteroide potencialmente peligroso desafía la defensa planetaria

Un reciente hallazgo ha encendido las alarmas en la comunidad científica global: un asteroide de tamaño comparable a un campo de fútbol, identificado como 2024 YR4, tiene más de un 1% de probabilidades de impactar contra la Tierra en los próximos ocho años. Este fenómeno, que podría liberar energía equivalente a 500 veces la potencia de la bomba de Hiroshima, representa una amenaza significativa a nivel local, dependiendo de dónde ocurra el impacto.

Qué sabemos sobre el asteroide 2024 YR4

Detectado por primera vez el 27 de diciembre de 2024 desde el Observatorio El Sauce, en Chile, el asteroide 2024 YR4 se estima que tiene un diámetro de entre 40 y 90 metros, según su brillo. Para la noche de fin de año, ya había captado la atención de Kelly Fast, oficial interina de defensa planetaria de la NASA, quien confirmó que este objeto tiene el potencial de mantenerse en observación constante.

El 29 de enero de 2025, la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN, por sus siglas en inglés) emitió un memorando clasificando al asteroide en el nivel 3 de la escala de impacto de Torino. Este nivel indica un objeto con una probabilidad de impacto real, suficiente para movilizar la atención global.

 

Un riesgo monitoreado por agencias internacionales

De acuerdo con la Agencia Espacial Europea (ESA), 2024 YR4 cumple todos los criterios para activar los grupos de respuesta planetaria avalados por las Naciones Unidas: la IAWN y el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG). Este último, presidido por la ESA, se reunirá en Viena la próxima semana para determinar los pasos a seguir. Entre las opciones a evaluar está el despliegue de una misión con un impactador cinético, como la utilizada exitosamente en 2022 durante la misión DART de la NASA.

Las últimas proyecciones del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA calculan una probabilidad del 1.6% de que 2024 YR4 colisione con la Tierra el 22 de diciembre de 2032. Los posibles puntos de impacto incluyen regiones del este del Océano Pacífico, el norte de Sudamérica, el Atlántico, partes de África, el Mar Arábigo y el sur de Asia.

 

La amenaza de un «asesino de ciudades»

Aunque el 2024 YR4 no se asemeja al asteroide que acabó con los dinosaurios hace 66 millones de años, pertenece a una categoría conocida como «asesinos de ciudades». Un impacto directo podría arrasar urbes enteras y causar devastación en áreas circundantes.

El evento más parecido en tiempos modernos es la explosión de Tunguska, ocurrida en 1908, cuando un asteroide o fragmento de cometa de entre 30 y 50 metros explotó en el aire sobre Siberia, destruyendo 80 millones de árboles en un área de 2,000 kilómetros cuadrados. Según los científicos, si 2024 YR4 impactara contra la Tierra, es probable que también explote en la atmósfera en lugar de dejar un cráter, liberando una energía de aproximadamente ocho megatones de TNT.

«Podemos calcular la energía… usando la masa y la velocidad», afirmó Andrew Rivkin, astrónomo del Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins. Aunque un impacto en el océano podría ser menos preocupante, existe la posibilidad de tsunamis si ocurre cerca de la costa.

 

Soluciones tecnológicas: lecciones de la misión DART

El exitoso experimento de la misión DART, que desvió la trayectoria del asteroide Dimorphos en 2022, ofrece un rayo de esperanza. Bruce Betts, científico jefe de La Sociedad Planetaria, afirma que la tecnología de impactadores cinéticos podría aplicarse de nuevo en caso de que el riesgo de 2024 YR4 se confirme. Sin embargo, también surgen preguntas sobre el financiamiento y la voluntad de las naciones para apoyar una misión de esta magnitud, especialmente si las zonas de posible impacto no afectan directamente su territorio.

Otras opciones tecnológicas incluyen el uso de láseres para vaporizar parte del asteroide y desviarlo, o incluso el despliegue de un «tractor gravitacional», una nave espacial que modificaría lentamente su trayectoria aprovechando la atracción gravitacional.

 

Tiempo para prepararse

A pesar de la amenaza que representa, los expertos coinciden en que el tiempo juega a favor de la humanidad. «Nadie debería estar asustado por esto», aseguró Kelly Fast. «Tenemos las herramientas para detectarlos, hacer las predicciones necesarias y planificar». En el peor de los casos, las autoridades tendrán la posibilidad de evacuar las zonas en riesgo.

Por ahora, 2024 YR4 se aleja de la Tierra, y no regresará para un acercamiento significativo hasta 2028. Mientras tanto, los científicos seguirán monitoreándolo de cerca, con la esperanza de que las probabilidades de impacto se reduzcan a cero, como ocurrió en 2004 con el asteroide Apophis.

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