Las letras abordan temas sobre el destino, la energía y el poder de la verbalización de las ideas.
Seguro habías escuchado, o eres consumidor, de los corridos «tumbados» o «alterados», pero ¿conocías los «corridos metafísicos»?
Si, los denominados corridos metafísicos han llamado la atención por su «enfoque filosófico», que abordan temas sobre el destino, la energía y el poder de la verbalización de las ideas.
Este subgénero busca diferenciarse de los tradicionales corridos tumbados al ofrecer una visión más introspectiva.
En sus letras, se resalta la importancia del «autoconocimiento, la espiritualidad y la gratitud», con mensajes que «invitan a la reflexión sobre el sentido de la vida y la construcción del propio destino».
Uno de los principales exponentes de esta corriente es Raúl Beltrán, originario de Sinaloa, quien lanzó en enero de 2025 su álbum Corridos metafísicos.
A través de este trabajo, el artista pretende llegar a un público «interesado en encontrar mensajes de superación personal y crecimiento espiritual en la música».
El álbum de Raúl incluye canciones como «La vida es un juego», que resalta la «importancia de valorar cada momento y no dar nada por sentado».
Con este tipo de composiciones, Beltrán busca «ofrecer una alternativa a los temas recurrentes en otros subgéneros del regional mexicano, como el narcotráfico, los excesos y la vida nocturna».
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