El recinto más importante de las artes en nuestro país, el Palacio de Bellas Artes, fue el escenario para realizar un homenaje póstumo a Silvia Pinal, última diva del cine mexicano, quien falleció el pasado jueves 28 de noviembre, a la edad de 93 años.
Después de un largo recorrido que se realizó desde la funeraria El Pedregal, la carroza arribó al Palacio de Bellas Artes, donde ya se encontraban familiares y amigos, pero sobre todo admiradores de la diva del cine mexicano para acompañarla y dar el último adiós a la primera actriz.
Para comenzar este homenaje, la secretaria de Cultura, Claudia Curiel de Icaza, dio unas palabras en donde destacó la trayectoria de Silvia Pinal, a quien describe como una diva única e irrepetible.
Curiel de Icaza mencionó que “la primera actriz con más de 70 años de trayectoria ininterrumpida, estrella de la Época de Oro del Cine Mexicano; pionera de los medios de comunicación, empresaria, madre, pilar de una dinastía, mujer” y agregó que “Silvia Pinal, diva única e irrepetible, ícono mundial que hoy reconocemos y celebramos”.
Además añadió que para ella y la dependencia a la cual encabeza es un honor poder “rendir un homenaje a la mujer que será recordada por el pueblo de México con orgullo y dignidad”.
Por su parte, y tomando el turno a su familia, su hija Sylvia Pasquel, expresó su agradecimiento a quienes la acompañan en el homenaje para despedir a la “más grande diva que ha dado este país” y añadió que “agradezco todas las muestras de cariño, sus palabras en este momento tan doloroso que son un bálsamo”.
La también actriz apuntó que “digo dolor, porque duele mucho perder no solo perder a la más grande diva de este país, dolor que todos los que la admira y respetan compartimos; hablo del dolor que parte mi corazón al perder a mi más grande amor”.
Alejandra Guzmán, la hija menor de Silvia Pinal también tomó la palabra y expresó que es un honor sentir el cariño de México y del mundo ante la pérdida de su madre y terminó diciendo: “Madre, te extraño. Te quiero, te amo, te respeto, te necesito, pero te llevo en mi corazón; gracias por todo lo que me enseñaste, por todo lo que compartimos, gracias por ser eterna”.
En cuanto a los admiradores y para familiares y amigos sorprendió que había de todas las edades, desde jóvenes y adultos, quienes admiraban el trabajo que dejó plasmado en la pantalla grande, así como en la televisión y señalaban que un hueco muy grande en el mundo del espectáculo que difícilmente será ocupado por alguien más.
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