Fieles católicos acudieron a la homilía este Domingo de Ramos en la Catedral de Nuestra Señora de la Soledad en el Zócalo del puerto, donde se observaron largas filas para el ingreso al recinto, controlado por las medidas sanitarias contra el Covid 19.
No obstante que las restricciones impiden la realización de peregrinaciones y actos públicos masivos, las y los fieles católicos acudieron a las misas de este día.
Los atrios de las iglesias, banquetas y las calles se han sido cubiertos de palmas luego de dos años de pandemia y tras el obligado confinamiento que el año pasado impidió las actividades litúrgicas durante la Semana Santa.
Durante la celebración eucarística del mediodía, el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González dio la bienvenida a quienes acudieron para la bendición antes de la Semana Mayor, en lo que llamó “palma de paz” en la Catedral.
En el sermón, celebró la vocación de servicio de quienes serían bautizados durante los próximos días y, quienes compartieron parte de sí para con las demás personas como lo hizo Jesucristo.
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